lunes, 22 de noviembre de 2010

Recobrar la Fé


Antes de entrar a trabajar en esta escuela estaba muy desanimada sentía que remaba contra la corriente el mensaje era claro "no te van a dar la tiza de oro""para qué te gastas si después son los que te entran a robar""no tienen vuelta"...etc. Yo nunca quise la tiza de oro pero sí quería ser portadora de oportunidades, quería marcar la diferencia, quería hacer que valiera la pena cada día. Creo que tal vez volaba alto pero saben qué? no volaba sola como creía.
Hay mucha más gente que piensa igual y está esperando la oportunidad para ayudar.
En mi ignorancia no sabía que escribiendo abría puertas y decenas de personas se acercaron a ayudar, disfrutando de nuestros logros y ocupandose de que las necesidades de la escuela sean cubiertas.
Gente que nunca vi, llegó con las manos llenas de amor, tiempo y ganas de cambiar este pequeño mundo.
Gente que no tenía nada que ver pero que les llegaba desde su historia y que en vez de amargarse o que no le importe nada trataban de devolverle a la vida amor y compromiso.
Gente como Karina que sabe lo que es ser niño y sufrir y no para de dar amor y de preocuparse y enamorarse de cada uno de los chicos.
Gente como LILI que teniendo todo se preocupa por los que menos tienen porque seguramente aprendió "que no se puede ser feliz en el país de los infelices.
Gente como los Padrinos del Casino que viven pensando en como arrancarles sonrisas y darles pequeños oasis de alegria"a los chicos.
Gente como la de la Iglesia de Jesucristo que llegaron sin que se les pida nada y con todo el amor le dedicaron un día de sus vidas a niños que no conocen.
Y saben qué? Gracias a todos ellos fortalecí mi fé. Mi fé en la humanidad, porque sé que no vuelo sola y que la tiza de oro me la gané cada los día que fui maestra, cada vez que pude... marcar la diferencia.